Así que quieres cotilleo. Pues aquí tienes:
Crecí en una ciudad pequeña en República Checa, terminé mi instituto con matrícula de honor y me inscribí en la universidad. Me gustaban la matemática y la física pero no quise ser demasiado friki, y la facultad de Informática y Management sonaba cool. Un año después y gracias y mis buenas notas fui a estudiar fuera, a Amsterdam, lo que fue aún más cool. Aquella experiencia me cambió y cambió la dirección de mi vida porque ya no pude ver la vida de la misma manera cuando había vuelto. Quise viajar más y especialmente a España de donde era la chica que conocí cuando estaba en Amsterdam.
Pero las obligaciones primero, así que seguí y terminé mi título (entre los 10 mejores de mi universidad, por no presumir) en 2010 y el día después de graduarme cogí un vuelo a España. Ya había estado allí antes, pero esta vez no tuve ningún billete de vuelta. Los tiempos han sido duros y mis ahorros desaparecían de prisa ya que no había trabajo para un informático recién graduado en la Costa del Sol, donde entre 80 y 90% de todos los trabajos son en turismo. Pero tuve suerte y encontré trabajo en una empresa extranjera que buscaba alguien que hablase checo para el soporte técnico. Pero un año y pico más tarde quebraron y allí esta yo, otra vez en la calle. Bueno, no literalmente, ya que tenía una novia con la que vivir (correcto, la de Amsterdam), pero ya sabes a lo que me refiero.
En aquella época estaba sacándome una licencia de patrón de barco y de alguna manera el director de la academia de interesó por mi y me ofreció trabajo y lo acepté. Siempre soñé con tener un barco, o por lo menos navegar y ahora trabajaba en una academia náutica haciendo tareas administrativas durante la semana y clases prácticas los fines de semana. Mis sueños se cumplieron. Seguí y aprovechando mi situación de empleado (y los descuentos) me saqué los demás títulos hasta que, un año más tarde, obtuve por fin el título de capitán de yate - ilimitado.
Pero no todas las historias terminan bien, como ya sabes, así que mi entonces jefe cerró la academia y tuve que buscarme otra puerta abierta. Gracias a un amigo la encontré en una empresa informática y empecé como becario de desarrollo móvil. Y aquí estoy, un año después, un desarrollador iOS con varias app publicadas y creciendo. Ahh y también encontré un sitio donde me dejan enseñar a tiempo parcial nuevos patrones a navegar, así que aún no he tirado mi carrera náutica por la borda..
Copyright © Michal Matoušek 2014